Entrega final: El otro

Entrega Final

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Reflexión

  El trabajo es en sí una propuesta compleja, mirar al otro y plasmar nuestro punto de vista en un retrato audiovisual requiere un proceso en conjunto: el otro (con todo aquello que carga, con su esencia) y nuestro punto de vista (con toda la carga subjetiva que ello implica). En entrelazar ambas partes, creo, se encuentra la riqueza del ejercicio. 

  En lo personal, el trabajo fue una búsqueda constante de cómo ver al otro, cómo mostrarlo, de qué manera retratarlo, qué rasgos resaltar. El trabajo con Germán tuvo varias etapas, la primera de ellas fue un cuestionario que ambos contestamos mutuamente con todo tipo de preguntas relacionadas a gustos y características que marcaran nuestra personalidad. El segundo paso fue mirarlo, fotografiarlo por primera vez, apuntarle con la cámara y explorarlo. Tomando como primera idea su gusto por lo bizarro y por artistas ligados al surrealismo pop, decidí encarar el retrato hacia un costado más kitsch,  a la inadecuación estética mediante imágenes cargadas de elementos y color, y un vestuario ligado a esa estética (calzas super ajustadas, maquillaje excesivo, casi grotesco, el uso de un proyector para plasmar en él imágenes pop). La utilización del concepto kitsch me posibilitó visualizar y trabajar la sensualidad de Germán en mis fotografías. Mi primer gran referente (cuya imagen estuvo latente en todo el proceso) fue David Bowie en su etapa más andrógina (estéticamente): sus gestos, su marcada delgadez (rasgo que también posee mi compañero y llamó mi atención), la utilización de maquillaje, poses más femeninas que masculinas. 

  A medida que se generaron más encuentros con el otro, comenzó a dibujarse otro camino,  las imágenes tomaron un giro más almodovariano, trabajé la sensualidad utilizando la intervención de lo femenino para generar un contraste con lo masculino. Mediante este contraste busqué resaltar su virilidad, y plantear un concepto de lo femenino, imágenes que mostraran aquello que (en el imaginario colectivo) está ligado a la mujer desde lo visual y lo sonoro: los guantes de cocina, el maquillaje, el colgante, la flor, el sonido de esponja, de lavarropas, de hornalla, de cocina.
  Finalmente, en la edición, tomé la decisión de mostrar el cuerpo del retratado fragmentado, comenzando con fotos ambiguas donde este pueda ser tanto el cuerpo de una mujer como el de un hombre (al principio, tomando mayor fuerza la sugerencia del cuerpo femenino). El develar la masculinidad del retratado es el punto de inflexión del trabajo.

Bodegón




Reconstrucción de foto de la infancia